lunes, 27 de julio de 2015

Sobre la Naturaleza Humana

  Mucho se ha escrito sobre la naturaleza del hombre. Conocemos de sobra los tres autores del contractualismo político, Hobbes, Locke y Rousseau, que sostienen posturas distintas sobre la naturaleza del hombre.

  Para el primero el hombre es naturalmente malo, contrata para evitar las guerras y para ello establece un poder único que puede utilizar la fuerza sobre los demás. Es claro que habiendo uno solo individuo o un Estado que detente el poder de la fuerza monopólicamente generará al menos dos clases, una que posee el poder y otra subordinada, y si bien las limitaciones aparecen en las leyes, la corrupción tendría tendencia a aparecer en favor de aquellos poderosos. Decía Platón que la justicia es el garrote de los poderosos.

  Para Locke, el hombre está como a medio camino entre la maldad y la bondad, pacta para afianzar el derecho de la propiedad y la seguridad, base del sistema liberal. De esa manera justifica la existencia del concepto de la propiedad privada, legitimada en el supuesto contrato y ajustada luego en las leyes. Estas afirmaciones no hacen más que fortalecer las diferencias sociales: los que tienen propiedad y los que no; Smith lo diría más claramente luego: "el hombre es ahora libre de trabajar o perecer" y Marx lo completaría diciendo que el hombre que no posee los medios para subsistir debe vender su fuerza de trabajo para asegurar su subsistencia. Si bien Locke acepta que los gobiernos pueden corromperse y el pueblo puede rebelarse contra la autoridad establecida que actúe en exceso de la ley (concepto vacío ya que no aclara qué pueblo ni bajo qué medios).

  Por último, Rousseau, el más optimista, cree que el hombre es naturalmente bueno y que la sociedad lo corrompe. Esto es esencialmente cierto, el hombre está condicionado por la sociedad en la que nace. Ahora bien, sería pronto decir que el hombre es naturalmente bueno, aquí podría objetar. Todos nosotros incluído quien suscribe, tenemos tendencia a naturalizar aspectos de la vida que no necesariamente son naturales, hasta en lo más básico. Por decir un ejemplo: los griegos antiguos se alimentaban una vez al día, nosotros lo hacemos dos y hasta cuatro veces al día (y nos preocupamos si no lo hacemos). Esto sostenía Gramsci al hablar de natural y normal, nosotros normalizamos a través de la cultura aspectos que no son naturales pero que se transforman en tales.

  Teorías sobre la naturaleza del hombre y sus aspectos hay de sobra. Tomaremos para fundamentar las siguientes cuestiones: el hombre es un ser racional (el único en la naturaleza), político (como sostenía Platón), gregario (porque tiende a las comunidades), cultural (porque asume prácticas adquiridas de la sociedad en la que se desarrolla), es trascendente (porque busca dejar su huella en el mundo) y espiritual (porque cuenta con al menos dos cuerpos, uno tangible y otro no). Está atado al lugar geográfico, a las posibilidades técnicas disponibles y al momento histórico  en el que se desarrolla.

  No podríamos decir que el hombre sea bueno o malo, el hombre está arrojado al mundo como sostiene el existencialismo, a medio camino entre lo que puede heredar de su memoria genética y lo que la sociedad hace de él.

  Hasta la próxima. Agregados y sugerencias en comentarios!
  Pipo.

lunes, 20 de julio de 2015

Reflexiones Para Cambiar de Mentalidad

Este blog intenta ser una recopilación de diferentes razonamientos y reflexiones que inciten al público lector a repensar y repensarse como humanos: seres creativos, capaces de crear sistemas y relaciones complejas, de establecer vínculos sociales, de conocer el espacio y de dominar la naturaleza en favor propio.
Soy estudiante de historia, inquieto por la vida y por las buenas formas del vivir, preocupado por la falta de motivaciones por la vida (o el exceso de ofertas inválidas) y por los excesos de la mala vida, entendida esta como una vida sin objetivos, de satisfacciones fugaces e inocuas; me propuse hacer un contrapeso utilizando la palabra y el razonamiento.
No pretendo hacer una ciencia de aquello que escribo, si no manifestar algunas posturas con respecto a diversos aspectos de la vida que debieran ser revisados casi constantemente; mantener la atención en la cultura que heredamos para poder realmente comprenderla y modificarla bajo ciertas premisas. Esas son: comprender que sin una adecuada utilización del medio no hay supervivencia posible; entender que no hay paz social posible si no se eliminan todas las formas de estratificación social; que la propiedad privada, el dinero y el trabajo como lo conocemos es parte fundante de un sistema (liberalismo - capitalismo) y es el origen de todos los problemas sociales que conocemos: desigualdad, inseguridad, pobreza, infelicidad, entre otros; que los medios de comunicación son funcionales a ese sistema e intentan por todas las formas posibles naturalizar las relaciones sociales y mantenernos atados a un sistema útil para un conjunto muy pequeño de personas.
Deberemos dejar de consumir los medios y focalizarnos en nosotros, personas reales con problemas reales en busca de una felicidad real (y no ficticia).

Hasta la próxima publicación.
Pipo.